
Nació sin brazos ni piernas, pero la fe, el coraje y la determinación le hicieron ganar. Nunca he elegido el camino más fácil. Con la ayuda de familiares y amigos, aprendió a aceptar y tratar de ser una persona autónoma, independiente. Para él, la discapacidad está en los ojos de quien la ve. Una persona como cualquier otra y se considera que tiene una "vida normal".